Dicotomía del control

“Hace más o menos 2 años estaba currando en una gran empresa del sector bancario en la cual estaba muy agusto y me podría haber quedado allí toda mi vida. Pero algo dentro de mí no estaba alineado con mis pensamientos. Lo que quería alcanzar en la vida (mis objetivos) no eran afines a los de esa multinacional.

Me veía en un entorno cómodo, no hacía falta destacar para que el jefe te hiciera caso, de hecho, si te apuntabas a los partidos de pádel con él era más importante que si solucionabas un gran problema. Cosas que en mi cabeza chocaban porque pensaba: “entonces a qué venimos aquí a jugar al pádel o a currar”.

Hasta ese momento había luchado contra cosas que no estaban en mis manos. 

Entonces me centré en lo que si podía controlar, así que intenté cambiar de equipo y de empresa para mejorar económicamente… Finalmente hice dos cambios de empresa y las cosas fueron a mejor ya que ahí si estaba siendo dueño de mis actos.”

Hormesis

“En el terreno deportivo empecé a hacer crossfit, llevaba años levantando hierros en gimnasios y yo pensaba que estaba preparado pero no, jeje. Lo que me gusta del crossfit es que es amor/odio y que todos los días que vas a entrenar son diferentes: (nuevo dia igual a nuevo objetivo) subir una cuerda, hacer el pino, correr 400 millas, levantar 100kg…

Es salir de tu zona de confort. Es un deporte que lo veo muy asemejado a la filosofía estoica ya que es un momento dedicado para ti, practicas la adversidad, la resistencia de estar en casa pegado en el sofá, el compañerismo, etc. y que si en alguna repetición te mueres, que es la sensación que tienes muchas veces, es haciendo lo que te gusta y pensando «he llegado hasta aquí teniendo una vida plena».

Siguiendo por el terreno deportivo he tenido épocas de fuertes dolores en el trapecio, antebrazo y lumbar, mi cuerpo no estaba adaptado a ese tipo de entrenamiento y esas posturas. Empecé con las duchas de agua fría en unas pozas de un balneario.

Cada día fue la cosa mejor y cada vez aguantaba más. Los beneficios a nivel físico fueron exponenciales, el dolor desapareció desde el primer dia, llevaba 1 mes yendo al fisio y no veía solución y desesperado bajé el ritmo y me llegué a plantear dejar este deporte pensando: «esto no es para mi». 

Memento Mori

“Nos vamos haciendo mayores y no somos eternos. Soy una persona muy familiar pero no era de comunicarme por mensajes o videollamadas. En este confinamiento me he dado cuenta de quién ha estado ahí y quién no y tanto mis padres como mi hermana me han demostrado eso y mucho más. Antes era de ir a casa y estar con ellos por cumplir, ahora busco un hueco o hago por tenerlo para estar con ellos, porque sé que algún día se irán y quiero haber vivido con ellos grandes experiencias y momentos.

Como en todas las familias tenemos nuestras riñas, nuestros temas calientes (como decimos nosotros) pero el amor que nos tenemos eso nunca nadie lo cambiará.

A raíz de este pensamiento, aunque suene duro, decidí pasar menos tiempo con mis amigos de toda la vida. Son buena gente pero no tienen la misma visión de vida que yo. Son gente acomodada y “quejicona”. Critican cosas que ellos no serían capaces de hacer pero no porque no sepan, sino porque no tienen huevos (foco).”

Visualización negativa

“Tras una segunda relación con la misma persona y con muchos momentos buenos, más incluso que los de la primera vez, fue difícil tomar la decisión. Cuando las cosas no funcionan y luchas contra viento y marea pensando en que esa persona es tu pareja ideal (porque en tu mente la tienes idealizada), no te das cuenta de la realidad y, amigo/a, lo que no avanza, se estanca.

Todos los días me preguntaba: ¿por qué siempre estábamos en el mismo punto?

Todos los problemas se resumían a lo mismo: el dinero. Pero eso realmente era una excusa, por que si tienes que cambiar de oficio o buscar otras fuentes de ingresos, se hace. Lo que no se puede estar es en misa y replicando, joder.

Me di cuenta porque cuando decidí poner las cartas sobre la mesa, diciendo: «no te preocupes por eso», veía que ella se echaba para atrás. 

Había un trasfondo más y eran problemas suyos personales que los tenía que resolver y yo no tenía nada que ver. Incluso haciendo reflexión ví que los acentuaba.

Además, las preguntas que me hacía todos los días, cuando salía a pasear con sus perros, era que si yo tenía parte de culpa y si había cosas mías malas que al estar con ella salían.

Era como que ella saca tanto lo mejor de mi como lo peor de mi. Un día intenté solucionar las cosas pero fue en balde. Me fui de casa y empecé una nueva vida en otra vivienda. 

Seguimos viéndonos y veía que todo iba bien pero no quería un amor de “tu en tu casa y yo en la mía”.

En el confinamiento ella cada día estaba más triste y me comentaba que no estaba receptiva, entonces yo le dí su espacio y dejé que todo fluyera. Ella me escribía de vez en cuando pero no había ese feedback por mi parte ya que en la distancia no es lo mismo.

Así que todo terminó. A mi me gusta tener el control de mis decisiones. A veces hay que saber pasar página y no aferrarse a lo cómodo.

Solo hay una vida que es maravillosa, y hay infinitas formas de verla, lo que importa es como tu la veas.»

«Los estoicos que más me han ayudado han sido Marco Aurelio y Séneca.
Marco Aurelio por la parte en la que explica el logos.
El logo determina a quién coloca y cómo lo coloca y además cómo esa persona debería de ser.«

«Todo es perfecto así tal cual es. De ahí que se deba aceptar todo como es. Fluir y soltar apegos.
Esto me ayudo en mi vida a soltar ciclos, adaptarme a los cambios, cambiar relaciones, entender que todo es cambio tal cual lo es cada combate en artes marciales y que para ser libres o tener capacidad adaptativa se basa en aceptar el logos y saber fluir en el. Quejarse es una debilidad.»

«También me ayudó conocer los principios para tener confianza en cada acto y que el Ego no haga juego mental después de tomar decisiones, aceptando cada paso. Y esto lo llevé a todo: relaciones, trabajo y el desarrollo de mi moral para tener esa calma emocional ante las cosas por saber actuar con criterio.»

«Séneca me inspiró con la brevedad de la vida en donde explica que el fin de la vida es una odisea de recuerdos. Por lo cual debemos saber vivir por la memoria de uno mismo. Buscar siempre en constante movimiento el servicio y propósito. La pasion, el sentido de la vida y no caer en el error de la ilusión que la mente juega o suele jugar poniendo significante a las cosas del inconsciente colectivo (corrientes de pensamiento dominantes) y crear la propia en relación a los verdaderos deseos de la mente.«