La vista desde arriba: la práctica estoica para poner en perspectiva tus problemas
la inmensidad del espacio, la eternidad del tiempo
Imagina ser Felix Baumgartner por un momento, el hombre que consiguió saltar desde más de 39.000 metros de altura y atravesar la barrera del sonido alcanzando velocidades de 1.342 km/h.
Imagina ser él antes del salto, viendo desde arriba nuestro planeta. Imagina lo ínfimo que percibiría una ciudad (ya no te digo una persona), lo pequeño que la vería con respecto a un país, lo pequeño que vería el país con respecto a un continente…
Yendo mas allá, el propio planeta no sería más que una mota de polvo en la galaxia y esa galaxia un punto en el universo, y así…
-Marco Aurelio
“Muchas de las ansiedades que nos acosan son superfluas. Al ser solo criaturas de nuestra imaginación podemos deshacernos de ellas y expandir nuestra mente a una región más amplia, dejando que nuestro pensamiento abarque todo el universo”
Si algo bueno tiene el estoicismo es su practicidad. Hoy traigo una práctica estoica muy útil para relativizar los problemas y darles una magnitud más adecuada: La vista desde arriba.
El hecho es que, siendo sinceros, magnificamos las cosas. Tendemos a exagerar. Es una realidad.
Muchas veces los problemas son menos problemas cuando nos alejamos mentalmente de ellos. Estar demasiado cerca de un problema, además de nublarnos, eleva la preocupación que éste nos genera. Digo nublarnos porque el miedo a los problemas, además de paralizarnos, nos lleva a tener la famosa “visión tunel” o, como yo lo llamo, “visión de burro” que concentra nuestra atención en un punto, el problema en cuestión, y nos impide ver lo que hay alrededor, impidiendo ver su dimensión y su contexto.
Si eres de pueblo, seguramente lo hayas visto más de una vez. A los burros o caballos, se les pone una tapas negras a los lados de la cabeza que se llaman “anteojeras” y sirven para que el animal en cuestión no se ponga nervioso con lo que hay a su alrededor consiguiendo que mire solo hacia adelante, a un punto fijo.
La clave es no perder de vista el contexto
Es importante remarcar que alejarnos no significa rehuir de ellos, si no conseguir una mejor perspectiva que nos ayude a enfocarlos mejor y saber así cuál es su verdadera dimensión.
La emoción automática nos suele dar unas “medidas” mucho más grandes que la emoción tranquila que viene de una previa reflexión.
Esto no significa que nuestros problemas, absolutamente todos, sean irrelevantes. Muchos de ellos, puede que sí lo sean, otros tan solo consiguen que quedemos atrapados en nuestros propias percepciones exageradas perdiendo de vista el contexto y magnificando todo.
Adoptar una perspectiva amplia nos ayudará a darle una dimensión adecuada para poder atajar el problema, que las emociones negativas no nos cieguen en la búsqueda de la solución y tener una visión clara y definida sobre cómo debemos actuar a raíz del problema mismo.
Esto es útil porque en vez de emplear energía en victimizarnos o llorar (en el mal sentido; es decir, quejarnos y no poner solución) utilizaremos esa energía en trazar el camino que nos solucione el problema y tomar acción de ello.
Nos creemos importantes y, como dijo el gran divulgador científico Carl Sagan: “Somos polvo de estrellas”.
La clave es no perder de vista el contexto.
Cuando el mismo problema le pasa a otro es fácil decir: “Es ley de vida”, “Mira cómo se pone si no es para tanto…”, “Pues si me pasara a mi no me pondría así”, “Chico/chica, estás exagerando las cosas”.
¿Y si aplicáramos la misma vara de medir para nosotros mismos?
Ver el mismo problema con amplitud de miras nos evitará caer ante el victimismo y la exageración.
Me gusta recalcar la importancia de la acción porque es la única manera que tiene el individuo en crecer a nivel espiritual. Cierto es que es incómodo, pues muchas veces estas prácticas sacan a relucir nuestras propias miserias, pero son necesarias para una correcta higiene mental y desarrollo, necesario para experimentar una transformación, en algunos casos, más que necesaria, de nuestra visión del mundo y de nosotros mismos.
-Séneca
“Hay algo seguro: todo lo creado por mortales es mortal. Vivimos en el medio de cosas destinadas a morir.”
Las lecciones de la naturaleza
Algo que me ayuda tremendamente es salir a la naturaleza, pues lejos de escapar, el objetivo es encontrarse. Por ello tanta gente, aún sin saberlo, recurre los fines de semana a hacer senderismo o a la montaña a pasar el día.
En la naturaleza, al lado de inmensos lagos, altas montañas o grandes colinas, nosotros nos sentimos pequeños en comparación y quedamos ensimismados con la envergadura de la misma. Ella misma se encarga de poner en perspectiva nuestra propia existencia. Somos pequeños como he dicho antes, si y ella nos lo enseña pues el paisaje nos enseña que somos una pequeña parte de algo mucho más grande.
La vista desde arriba es una práctica muy descriptiva y que cuando te la explican se te queda enseguida.
Podríamos definirla como la práctica de la perspectiva.
Aunque suene fuerte y cruel, esta práctica nos pone en nuestro sitio y nos enseña que ninguna vida humana, aun con fama y riquezas infinitas es importante en el espacio-tiempo.
-Marco Aurelio
“Considera un grano de arena apilado sobre otros granos de arena, que enseguida serán cubiertos por nuevos granos de arena. Así ocurre en la vida, unos eventos apilados sobre otros que en breve serán cubiertos por eventos nuevos.”
Esta frase choca y más con la educación que hemos sido criados. Esta sociedad es la que más egocéntricos, vanidosos y narcisistas ha fabricado. Todo nos parece un mundo y somos el ombligo de este.
Cuando algo te preocupe enormemente, pregúntate: ¿Dentro de 1 año me preocupará el problema con el que hoy me enfrento?
La respuesta, la mayoría de las veces será que no. Si es afirmativa, pregúntate si en 1 año te seguirá preocupando. ¿Y en 5?. ¿Y en 100?
¿Dónde queda esa discusión que tanto te enfadó hace 5 años? ¿Dónde queda ese escándalo que salió en las televisiones en el 93? ¿Dónde queda ese proyecto de fin de carrera que tanto te agobiaba?
Todo pasa… todo, sin excepción, cae en el tiempo.
La clave según Marco Aurelio, sería reducir la gravedad de los problemas si aprendemos a:
-Marco Aurelio
“Visualizar en nuestra mente la enormidad del universo y el tiempo infinito, observando la transitoriedad de todas las cosas, incluyendo nuestra propia vida”
todo fluye
Todo es cíclico. Aparece con rapidez, pasa de largo y se desvanece. Así pasó con una amistad de hace tiempo o un objeto que perdiste hace unos meses…
Casi nada permanece quieto, las únicas constantes son el cambio y la muerte.
Grandes religiones, como la budista, basan uno de sus ideales en la no-permanencia. Todo es caduco. Nada es eterno.
Todo fluye. De hecho, Heráclito tenía un concepto que venía a significar esto mismo: “Panta Rei”
Irás un día al río a bañarte. al día siguiente volverás al mismo río en la misma altura y no te estarás bañando en el mismo río, al no ser la misma agua.
En Meditaciones encontramos esta reflexión de Marco Aurelio:
-Marco Aurelio
“Reflexione constantemente sobre la rapidez con la que todo lo que existe y está llegando a ser pasa de largo y desaparece de nuestra vista. Porque la sustancia es como un río en flujo perpetuo, y sus actividades son siempre cambiantes, y sus causas son infinitas en sus variaciones, y casi nada permanece quieto; y siempre a nuestro lado está la extensión inconmensurable del pasado y el enorme abismo del futuro, en el que todas las cosas se desvanecen. Entonces, ¿cómo no es un necio el que, en medio de todo esto, se envanece de orgullo, o se atormenta, o se lamenta por su suerte como si sus problemas perduraran por mucho tiempo?”
moraleja
Pon tus problemas en perspectiva. Piensa en el tiempo que pasamos aquí y compáralo con la historia. Reflexiona sobre la brevedad de la vida.
Séneca se recordaba esto cuando alguien moría a temprana edad:
-Séneca
“Piensa en los hombres de longevidad legendaria, que vivieron más de cien años. Cuando piensas en la totalidad del tiempo, la diferencia entre la vida más larga y la vida más corta no será nada.”
moraleja
El tiempo de cualquier vida es igual de insignificante si comparamos lo que ha durado esto con la eternidad. Si conseguimos ser conscientes de este pensamiento, mucho más pequeños nos resultarán aquellos problemas que tanto nos han atormentado.
Marco Aurelio vuelve a iluminarnos en sus Meditaciones:
-Marco Aurelio
“Piense en la sustancia en su totalidad, de la que tiene la menor parte; y del tiempo en su totalidad, del cual se le ha asignado un lapso breve y momentáneo; y de las obras del destino, y cuán pequeña es tu parte en ellas.”
Esta dosis de realidad sirve para los que viven con un ego desmedido y/o que buscan la riqueza y la fama como única fuente de virtud. Para aquellos, Marco Aurelio decía:
-Marco Aurelio
“Porque todas las cosas se desvanecen rápidamente y se convierten en mera materia de cuentos, y un olvido demasiado completo cubre todos sus rastros. Y aquí estoy hablando de aquellos que resplandecieron con un resplandor maravilloso; en cuanto a todos los demás, en el momento en que dieron su último suspiro, estaban «fuera de la vista, fuera de la mente». ¿Y qué equivale, en todo caso, a un recuerdo eterno? Pura vanidad y nada más. Entonces, ¿qué es digno de nuestro esfuerzo? Esto solo, una mente gobernada por la justicia, hechos dirigidos al bien común, palabras que nunca mienten, y una disposición que acoge todo lo que sucede, como necesario, como familiar, como fluyendo de un mismo origen y manantial.”
Tal vez llegado a este punto, la sensación sea que nada merece la pena y la desesperanza es la única opción.
Nuestra vida con respecto a la historia de la humanidad sin duda es corta, y salvo que hayamos inventado algo útil o hayamos dejamos un legado que la sociedad pueda nutrirse de él o explotarlo, difícilmente seremos recordados por nada ni nadie.
Lejos de querer dar una perspectiva en la que todo nos importe más bien nada. Marco Aurelio nos recordaba que adoptando el punto de vista de la eternidad, conseguiríamos ver la belleza en todo.
Las cosas aisladas puede que no tengan belleza pero si se les abraza con contexto, podremos explotar su belleza natural.
Sin profundizar, todo puede pasar desapercibido. En cambio, saber cómo funciona el entramado de nuestra sociedad y conocer el proceso de las cosas, les da un valor añadido. Una belleza que pasando de puntillas jamás se podrá llegar a ver.
Marco Aurelio, a pesar de ser tajante con nuestros problemas y con nuestra existencia propia, veía belleza en la finitud.
No hay duda de que el universo es bello, y nosotros pertenecemos a ese universo también.
La persona más poderosa de hace 5 siglos, murió, y con ella, sus logros y posesiones. Puede resultar humillante pero lo más util es mirarlo como fuente de alivio, especialmente en tiempos difíciles.
Lo importante es darle una dimensión adecuada a las cosas. Tener una perspectiva saludable de la realidad. Esto nos hace ser más humildes pero también más generosos puesto que los proyectos de nuestras vidas, al final, tiene sentido que logremos algo mucho más grande que nuestros proyectos individuales que solo nos benefician a nosotros mismos.
Así pues los egoístas serían las personas que más alejadas estarían de la realidad del mundo.
Esta practica nos da una de cal y otra de arena.
Cal por darnos cuenta d que no todo importa tanto como pensamos y arena por la dosis de humildad y finitud que crea en nosotros.
Pese a lo que podamos pensar, reflexionar sobre nuestro pequeñísimo papel en la historia del universo y tener claro que lo único constante en esta vida es el cambio y la muerte, nos ayudará a darle la magnitud que realmente tienen a nuestros problemas y que tanto los éxitos no nos nublen y distorsionen la realidad, como que vivamos sin necesidad de agradar a los demás o los fracasos no consigan hundirnos en lo más profundo.
Toda nuestra vida se encuentra en la Tierra. Un lugar que alberga, en 2021 a cerca de 8 billones de personas (7 mil 837 millones aprox) y sin embargo, como bien nos recuerda Carl Sagan, esta solo es un puntito azul.
Y recuerda, que sea lo que sea que te esté preocupando en este momento… Esto también pasará
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Laura Dolz Martín
Web Master, redactora de contenidos
El día que todo cambió fue ese en el que me dí cuenta que debía centrarme solamente en aquello que podía controlar. Pues bien, con la salud, nuestro bien más preciado, ocurre lo mismo.
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Los artículos de este blog se centran en ejercicio, nutrición y estoicismo.
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